Se viven momentos de zozobra en la industria de la maquinaria agrícola. El desplome de las ventas, producto de la crisis económica, recibió la estocada final con la sequía histórica; fenómeno que aún no deja ver la totalidad de la catástrofe.
Empresarios dicen que peligran los empleos que en los últimos años habían contratado de manera sostenida, nada menos que un 40% de personal que había incorporado el sector.
“Ya arrancamos este año con muy baja cantidad de ventas, hay quienes hablan de una caída del 50%, otros del 80%. Nuestro objetivo es pasar este período lo más rápido posible, que la sequía finalice y que volvamos a tener un 2024 similar a los años anteriores”, dijo el presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de la Maquinaria Agrícola, Eduardo Borri.
Sobre los empleos en riesgo analizó: “partimos de unos 26.000 puestos en el 2019 y hoy tenemos en la cadena de valor alrededor de 40.000 colaboradores, esto significa que si uno aplica matemática pura ante una caída de un 50% en las ventas, si esto se prolonga por mucho tiempo, lo que está en riesgo es eso, todo lo que generamos en los últimos años”.
Para finalizar, el referente de la industria fabril del agro reflexión: “la mayoría de las fábricas argentinas están localizadas en el Interior del país, en donde el tejido social es muy fuerte y hay un estrecho vínculo con nuestra gente. Desprenderse de un colaborador que nos costó muchísimo conseguir, formar, arraigar, porque no hay tanta gente disponible en el interior. Eso nos obliga a enfrentar el riesgo de desprenderse de ese recurso humano que tanto costó conseguir».