Durante la noche del pasado sábado, alrededor delas 21 horas, dos desconocidos ingresaron a una casa donde vive una mujer llamada Laura O., de unos 40 años.
El domicilio en cuestión se encuentra en Buenos Aires y Ricardone, a tan sólo 200 metros de la ex estación de servicio Shell de la localidad de Bigand.
Allí, los delincuentes aprovecharon que la puerta de la vivienda de Laura estaba abierta, ya que como en muchos pueblos aún perdura la costumbre de no asegurar las aberturas. Aunque, en este caso, el ingreso no solo no estaba sin traba sino que estaba abierto para que entre fresco.
Según dijo Laura a Radio Lider Bigand, una vez adentro, los malvivientes la tomaron por sorpresa, le apoyaron un objeto en el costado del cuerpo que aparentaba ser un arma y, tras comprobar que estaba sola, comenzaron a pedirle dinero de manera reiterada y bajo amenaza.
Al ver que Laura no tenía nada que darles la llevaron hacia el frente de la propiedad, donde tiene un local de venta de indumentaria femenina, y la obligaron a vaciar la caja.
Poco después, la llevaron hacia el baño y con el cable de una planchita de pelo y una toalla la maniataron para dejarla sentada en la pileta de la ducha. Además, los delincuentes cerraron la puerta del tocador con llave y siguieron revolviendo la vivienda en busca de objetos de valor.
Pasados unos minutos, Laura escuchó un portazo y, al entender que se había ido, logró zafarse de sus ataduras y salir del baño. En ese momento comprobó que los delincuentes también habían cerrado su casa y se habían retirado con las llaves de la propiedad.
Casualmente, a los pocos minutos llegó su hijo y juntos dieron testimonios a la policía que ya había sido alertada porla víctima.
Del lugar se llevaron unos $40.000 que estaban en la caja, la billetera y el celular de Laura.
La mujer comentó que uno de los atracadores era de menuda contextura, de no más de 30 años, no tenía el rostro cubierto y estaba nervioso, al punto de llegar a empujarla cuando la obligaron a ir hacia el sector del negocio. El otro, era más bien flaco, de contextura pequeña, era notablemente mayor y tenía cubierto el rostro hasta la naríz con un pañuelo.
A las pocas horas una vecina encontró la billetera de Laura con su documentación a la vera de la Ruta 14, a pocos metros del lugar del atraco.
Por estas horas se están evaluando los registros fílmicos públicos y privados para tratar de dar con los responsables del robo.